No es fácil ser carbonero, amigo, sabio, mágico y además cumplir y hacer realidad el sueño de todos aquellos que creen en él. Pero Olentzero lo consigue, ¿cómo? es un secreto y su magia, por eso lo queremos tanto y es el personaje por excelencia de la mitología vasca.

La vida en Izenaduba Basoa no sería igual sin Mari Domingi. Son tantas y tantas las cartas que llegan que sería imposible contestarlas sin su ayuda. Olentzero lo sabe y por eso Mari Domingi es su compañera para hacer realidad los sueños de los más pequeños.

Antiguamente las curanderas se encargaban de buscar aquellos remedios necesarios para sanar a las personas.

Es difícil imaginar un río sin su especial sonido musical, pero en determinados bosques de nuestra geografía y al lado de un puente siempre aparecen unos personajes que añaden otro tipo de música al discurrir del río.

Akerbeltz siempre ha acompañado los momentos de fiesta y alegría en torno a las cuevas emblemáticas de Euskal Herria.

El bosque está lleno de unos casi indetectables personajes que disfrutan y hacen disfrutar a quien es capaz de distinguirlos entre la vegetación.

Un bosque necesita que se le cuide para así mantener su belleza. Basajaun no solo es el señor del bosque, es también el amigo de los animales que lo habitan.

Una noche de verano puede ser el momento ideal para mirar al cielo y observar que, además de estrellas, hay también unas figuras diminutas, nuestros dientes, que también brillan.

En las cuevas más importantes de Euskal Herria habita Mari. Se mueve de una a otra según sea verano o invierno. En sus viajes lo hace subida a una bola de fuego. Ella domina las tormentas, los truenos, los rayos y las lluvias.

Tiene una voracidad incontrolable y los pastores lo saben, por eso prefieren llevar sus rebaños a pastar lejos de él. A Tartalo le gustaría estar con ellos, pero los pastores no se fían de él, su apetito insaciable no le ayuda para nada.

¿Alguien se imagina un bosque fantástico sin un dragón que echa fuego por su boca?